HIPAA Seguridad del Paciente

La Ley de Transferencia y Responsabilidad de Seguro Médico (Health Insurance Portability and Accountability Act, HIPAA por sus siglas en inglés) de 1996 fue creada para proteger a millones de trabajadores y a miembros de sus familias en los Estados Unidos que padecen alguna afección médica.

La información es uno de los activos más importante en el mundo globalizado de hoy, pero la información y datos personales son muchos más valiosos y delicados, es por eso que a nivel internacional existen estándares y buenas prácticas que regulan la privacidad y el intercambio de información, especialmente en expedientes clínicos electrónicos.
Uno de los estándares más utilizados es La Ley de Transferencia y Responsabilidad de Seguros Médicos o Health Insurance Portability and Accountability Act (HIPAA) que el gobierno de Estados Unidos estableció en 1996 con el fin de estructurar sus políticas de privacidad médica y el intercambio de esta información en ambientes electrónicos.
Protección y privacidad de información
Las reglas establecidas en HIPAA sientan las bases para la protección de la privacidad y los derechos individuales con respecto a la información médica personal, promoviendo la confianza y participación de los consumidores en el intercambio de información de salud electrónica.
Estas normas y buenas prácticas buscan la corrección, apertura, transparencia, elección individual, recopilación, uso y limitación de la divulgación de información médica que debe ser tenida en cuenta en la implementación de un expediente electrónico.
Reglas internacionales
Por esta razón, las empresas que desarrollan expedientes clínicos electrónicos deben velar por la protección de los registros de salud de los individuos y cualquier información de salud identificable, manteniendo la privacidad por medio del establecimiento de límites, condiciones de uso y divulgación de dicha información.
Ahora, los proveedores de expedientes clínicos electrónicos que deseen competir en este nuevo mercado internacional, deben cumplir con las buenas prácticas de HIPAA y adecuar la tecnología y procedimientos para respetar:
La lectura del historial clínico y obtención de copias.
Modificaciones sobre la información de salud.
Notificación al usuario sobre cómo se usa y comparte la información sobre salud.
Autorización sobre uso y permisos para compartir información médica con ciertos fines.
Recibir información sobre cuándo y por qué se compartió la información sobre salud.
Solicitudes para cambio de información de contacto.
Solicitud de no divulgación de la información.
Realización de quejas ante un mal servicio.

Referencias

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