El seguimiento del paciente a distancia y la teleconsulta
Continuamente los medicos, hicimos hacemos y haremos seguimiento de nuestros pacientes en forma remota por distintos medios, sin duda esto se incrementó durante la pandemia, los sentimientos de ansiedad e incertidumbre pueden abrumar a las personas, y los sistemas de salud pueden tener dificultades para hacer frente a una demanda exponencial y fuera de control. Sin una planificación adecuada y medidas de mitigación, los servicios de salud pueden estar expuestos al riesgo de colapso causado por una sobrecarga de consultas que podrían ser atendidas por medios virtuales. Las instalaciones de salud pueden verse abrumadas y tener una capacidad insuficiente para proporcionar un tratamiento adecuado a quienes más lo necesitan. Las teleconsultas son una forma segura y efectiva de evaluar casos sospechosos y guiar el diagnóstico y el tratamiento del paciente, minimizando el riesgo de transmisión de la enfermedad. Las ventajas de la teleconsultas consiste en que el médico y el paciente cuentan con un ambiente más seguro que en una consulta telefónica o por whatsapp ya que los sistemas de teleconsulta cuentan con acceso a la historia clínica en línea, la posibilidad de documentar la atención y otros elementos que hacen más segura la consulta que por medios informales. La consulta virtual es más rápida, ahora el traslado, pero debemos tener en cuenta que el diagnostico suele ser menos preciso y la falta de la revision medica que podemos hacer en le consultorio hacer que no sea en muchos casos la via correcta. Sin embargo, es de gran ayuda para el seguimiento y como complemento de la consulta presencial. La consulta presencial, hoy en día convive con los canales digitales; y es muy útil para los pacientes que tienen alguna enfermedad crónica.
De acuerdo a la OPS la telemedicina es considerada como una de las mayores innovaciones de los servicios sanitarios, y no solo desde el punto de vista tecnológico, sino también cultural y social, al favorecer el acceso a los servicios de atención sanitaria, mejorar la calidad asistencial y la eficiencia organizativa. Es bien sabido el compromiso de la telemedicina a dar soluciones a los retos que los cambios socioeconómicos plantean a los sistemas sanitarios en el siglo XXI (demanda de atención sanitaria, envejecimiento de la población, aumento de la movilidad de los ciudadanos, necesidad de gestionar grandes cantidades de información, competitividad global y provisión de una mejor atención sanitaria), y todo ello en un entorno de limitaciones presupuestarias y contención del gasto. No obstante, la normalización de la telemedicina presenta dificultades importantes para su total consolidación y extensión. A pesar de la decidida voluntad política por incorporar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la atención a la salud, y empero del aumento en la actividad relacionada con la telemedicina, es manifiesto que todavía tiene una presencia poco más que testimonial en la actividad clínica y asistencial. Si bien se llevan a cabo un número cada vez mayor de proyectos piloto y estudios de viabilidad, son pocas las aplicaciones de telemedicina que han conseguido consolidarse en la práctica clínica e incorporarse a los procesos asistenciales, quedando muchas veces relegadas una vez pasada la fase inicial.
Referencias
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/28413/9789275319031_spa.pdf?sequence=6
https://www3.paho.org/ish/images/docs/covid-19-teleconsultas-es.pdf
https://estandaresparadummies.blogspot.com/search?q=telesalud
https://estandaresparadummies.blogspot.com/2019/12/investigacion-sobre-telesalud-en_25.html
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